Hermandad Nacional
Antiguos Caballeros Legionarios
CONDECORADOS CON LA CRUZ
LAUREADA DE SAN FERNANDO
CAPITÁN LEGIONARIO BARTOLOMÉ MUNAR MUNAR
Acción: 14 al 17 de septiembre de 1924. Kala Bajo
Concedida por R.O. de 17 de julio de 1928 (D.O. nº 157 de 18 de julio de 1928)
MERITOS: El suboficial del Tercio don Bartolomé Munar Munar se destacó durante los días 14 al 17 de septiembre de 1924. Ante la necesidad de prestar inmediato socorro a la posición de Kala Bajo, asediada por el enemigo fuertemente atrincherado, dominando el camino de acceso a la avanzadilla y a la posición se organizó una pequeña fuerza con mochilas metálicas que llevase agua a los asediados, presentándose voluntario el referido suboficial, que se puso a la cabeza de la columna con dieciséis legionarios.
A causa del tenaz empeño que el enemigo mostraba por impedir el socorro, el suboficial Munar se lanzó hacia la posición y, recorriendo veinte metros bajo intenso fuego, entra en la avanzadilla, en la que dejó cuatro legionarios con su provisión de agua. Con los doce restantes entró en la posición, teniendo en la marcha tres legionarios muertos y otros tres heridos, pues el enemigo concentró su fuego sobre la entrada. Entregado el convoy salió con un legionario y retiró uno de los heridos que había quedado en el campo. En nueva salida para recoger a los legionarios muertos, las descargas cerradas del enemigo produjeron la muerte del legionario que le acompañaba y señales de proyectiles en la ropa del suboficial.
No obstante la presión del enemigo para impedir las comunicaciones, el suboficial Munar se presentó voluntario para llevar un parte del jefe de la posición al de la columna, y lo intentó con especial arrojo; mas, obligado a volver perseguido por un grupo de moros, recogió por el camino unos paquetes de algodón y gasa de los que carecía.
En la tarde del 15, el enemigo atacó nuevamente la posición y la avanzadilla especialmente esta, en la que causó importantes destrozos y dejó fuera de combate a sus escasos defensores. Ante el peligro, el Jefe ordenó al suboficial que fuese con cuatro legionarios. Resueltamente y comprendiendo la dificultad de hacerlo por la entrada barrida por tiroteo enemigo, Munar saltó la alambrada y el parapeto, bajo el fuego, que hirió a tres de los cuatro legionarios que le acompañaban, encontró muertos a los que guarnecían la avanzadilla. Con fuego de fusil contuvo al enemigo, permitiendo que los heridos entrasen en la avanzadilla, cuya defensa continuaron Munar, el legionario ileso y otro legionario herido en un pie. Durante la noche el enemigo renovó sus ataques, arrojando granadas de mano, algunas de las cuales le produjo heridas en la cabeza, con derramamiento de sangre, y en una oreja. A pesar de ello sostuvo con tenaz valor la defensa de la repetida avanzadilla, haciendo fuego con tal intensidad, que, no obstante haber cambiado de fusil, se produjo quemaduras en las manos.
Al día siguiente cuando el enemigo disminuyó su presión, sobre la avanzadilla se reforzó con los demás legionarios y algunos soldados de cazadores y se evacuaron las bajas, quedando el suboficial Munar como jefe hasta el día 17, en que fue relevado. Durante su Mando la avanzadilla fue frecuentemente atacada con fuego de fusil y granadas de mano.