Apreciando el jefe de la compañía que las posibilidades de tiro de ésta disminuía, y con el fin de salvar otros carros en inminente peligro, saltó del suyo, y ayudado por algunos de sus soldados, empezó a arrojar granadas de mano, momento en que fue aprovechado por nuestra Infantería para el asalto.

Seguidamente hubo necesidad de tomar otra posición, situada al flanco izquierdo, que hostilizaba constantemente con sus fuegos. El capitán Godoy al mando de los cuatro carros útiles que le quedaban y de una sección de Regulares, avanzó hacia ella, uno de los carros cayó en el interior de una trinchera, y al acudir en su apoyo con los restantes y personal de regulares, fueron inutilizados dos más de aquellos, en  tal situación el capitán Godoy salió del suyo bajo un intenso fuego enemigo, para comprobar las causas de las averías, momento en que fue herido, continuando sin embargo en su puesto hasta recibir una segunda herida mortal, a consecuencia de la cual murió.