Hermandad Nacional
Antiguos Caballeros Legionarios
CONDECORADOS CON LA CRUZ
LAUREADA DE SAN FERNANDO
CAPITÁN FÉLIX ANGOSTO Y GÓMEZ CASTRILLÓN
Acción: 22 de agosto de 1924. Kudia Cobba
Concedida por R.O. de 28 de febrero de 1927 (D.O. nº 49 de 1 de marzo de 1927)
MERITOS: El capitán de Infantería don Félix Angosto y Gómez Castrillón perteneciente al Tercio, se distinguió en el combate librado en la cuenca del Lau al avanzar a Kudia Cobba.El 24 de agosto de 1924 una columna compuesta por tres compañías del Tercio y una del Grupo de Fuerzas Regulares Indígenas de Alhucemas, número 5, recibió orden de ocupar el desfiladero del río Lau y verificar el asalto del Yebel Cobba. Parte de estas fuerzas, tras reñido combate por lo accidentado y pendiente del terreno consiguieron establecerse sobre el mencionado monte y ocupar diferentes puestos formados con piedras.
Siendo estos puestos atacados con vigor y persistencia por el enemigo, se pidieron refuerzos, especialmente de bombas de mano. El jefe de la columna envió una sección de Regulares y una compañía del Tercio, formada por una sección de ametralladoras y otra de morteros, ambas a las órdenes del capitán Angosto, cuyas fuerzas se destinaron a reforzar parte de los puestos y establecerse en otros adecuados para la defensa, quedando a retaguardia las ametralladoras para emplearlas según las necesidades.
Hallándose en la situación indicada, el enemigo amparado por la niebla y espesa baba, dio un asalto que fue rechazado merced a los refuerzos llegados de retaguardia, que le obligaron a retirarse; pero reorganizado luego, se presentó dos horas más tarde en mayor número y atacó con tal ímpetu que hizo retroceder a las fuerzas del flanco derecho. Envalentonado por este éxito momentáneo atacó violentamente al resto de los puestos que hubieron de abandonarse.
Visto por el capitán Angosto lo critico de la situación y que el enemigo se dirigía a ocupar los puestos perdidos, contuvo enérgicamente a los que retrocedían y se dirigió a uno de los puestos que estaban estableciéndose, atacando con fuego de fusil y animado a que le secundasen a los que estaban próximos a él, que reaccionaron y recuperaron los puestos, evitando que con su perdida el enemigo hubiera batido con facilidad a toda la columna y la operación hubiese fracasado.